1OH si rompiese los cielos, y descendieras, y á tu presencia se escurriesen los montes, 2Como fuego abrasador de fundiciones, fuego que hace hervir las aguas, para que hicieras notorio tu nombre á tus enemigos, y las gentes temblasen á tu presencia! 3Cuando, haciendo terriblezas cuales nunca esperábamos, descendiste, fluyeron los montes delante de ti. 4Ni nunca oyeron, ni oídos percibieron, ni ojo ha visto Dios fuera de ti, que hiciese por el que en él espera.