Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente, El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, Y el que enciende rencillas entre los hermanos.
Y os ruego hermanos, que miréis los que causan disensiones y escándalos contra la doctrina que vosotros habéis aprendido; y apartaos de ellos.
Honra es del hombre dejarse de contienda: Mas todo insensato se envolverá en ella.
NO tengas envidia de los hombres malos, Ni desees estar con ellos: Porque su corazón piensa en robar, E iniquidad hablan sus labios. Con sabiduría se edificará la casa, Y con prudencia se afirmará; Y con ciencia se henchirán las cámaras De todo bien preciado y agradable. El hombre sabio es fuerte; Y de pujante vigor el hombre docto. Porque con ingenio harás la guerra: Y la salud está en la multitud de consejeros. Alta está para el insensato la sabiduría: En la puerta no abrirá él su boca. Al que piensa mal hacer Le llamarán hombre de malos pensamientos. El pensamiento del necio es pecado: Y abominación á los hombres el escarnecedor. Si fueres flojo en el día de trabajo, Tu fuerza será reducida....
Mas yo os digo: Amad á vuestros enemigos, bendecid á los que os maldicen, haced bien á los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
Si se puede hacer, cuanto está en vosotros, tened paz con todos los hombres.
Bienaventurados los pacificadores: porque ellos serán llamados hijos de Dios.