Nadie tiene mayor amor que este, que ponga alguno su vida por sus amigos.
Porque si cayeren, el uno levantará á su compañero: mas ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.
El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo: Y amigo hay más conjunto que el hermano.
En todo tiempo ama el amigo; Y el hermano para la angustia es nacido.
El que anda con los sabios, sabio será; Mas el que se allega á los necios, será quebrantado.
No erréis: las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.
Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: mas os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os he hecho notorias.
Vosotros sois mis amigos, si hiciereis las cosas que yo os mando.
Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, Alzó contra mí el calcañar.
Hierro con hierro se aguza; Y el hombre aguza el rostro de su amigo.
Porque no me afrentó un enemigo, Lo cual habría soportado; Ni se alzó contra mí el que me aborrecía, Porque me hubiera ocultado de él: Mas tú, hombre, al parecer íntimo mío, Mi guía, y mi familiar: Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, A la casa de Dios andábamos en compañía.
Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará á su compañero: mas ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren juntos, se calentarán; mas ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno prevaleciere contra el uno, dos estarán contra él; y cordón de tres dobleces no presto se rompe.
E hicieron alianza Jonathán y David, porque él le amaba como á su alma.