Que enseñen á las mujeres jóvenes á ser predentes, á que amen á sus maridos, á que amen á sus hijos,
Fortaleza y honor son su vestidura; Y en el día postrero reirá. Abrió su boca con sabiduría: Y la ley de clemencia está en su lengua. Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde. Levantáronse sus hijos, y llamáronla bienaventurada; Y su marido también la alabó. Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú las sobrepujaste á todas. Engañosa es la gracia, y vana la hermosura: La mujer que teme á Jehová, ésa será alabada.
Engañosa es la gracia, y vana la hermosura: La mujer que teme á Jehová, ésa será alabada.
Como aquel á quien consuela su madre, así os consolaré yo á vosotros, y en Jerusalem tomaréis consuelo.