¿Qué Dice la Biblia?

Arrepintiéndose

1 Juan 1:9 / RVR

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad.

Hechos 2:38 / RVR

Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Hebreos 10:26 / RVR

Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por el pecado,

Hechos 22:16 / RVR

Ahora pues, ¿por qué te detienes? Levántate, y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.

S. Lucas 13:3 / RVR

No, os digo; antes si no os arrepintiereis, todos pereceréis igualmente.

Efesios 2:8 / RVR

Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios:

Romanos 6:23 / RVR

Porque la paga del pecado es muerte: mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

S. Marcos 16:16 / RVR

El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

Romanos 10:13 / RVR

Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

1 Juan 3:4 / RVR

Cualquiera que hace pecado, traspasa también la ley; pues el pecado es transgresión de la ley.

Salmos 103:1-5 / RVR

Salmo de David. BENDICE, alma mía á Jehová; Y bendigan todas mis entrañas su santo nombre. Bendice, alma mía, á Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila.

2 Crónicas 7:14 / RVR

Si se humillare mi pueblo, sobre los cuales ni nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.

2 Pedro 3:9 / RVR

El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

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