Alaben su nombre con corro: Con adufe y arpa á él canten.
Entonces la virgen se holgará en la danza, los mozos y los viejos juntamente; y su lloro tornaré en gozo, y los consolaré, y los alegraré de su dolor.
Aleluya. ALABAD á Dios en su santuario: Alabadle en la extensión de su fortaleza. Alabadle por sus proezas: Alabadle conforme á la muchedumbre de su grandeza. Alabadle á son de bocina: Alabadle con salterio y arpa. Alabadle con adufe y flauta: Alabadle con cuerdas y órgano. Alabadle con címbalos resonantes: Alabadle con címbalos de júbilo. Todo lo que respira alabe á JAH. Aleluya.
Tiempo de llorar, y tiempo de reir; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;
Alabadle con adufe y flauta: Alabadle con cuerdas y órgano.
Has tornado mi endecha en baile; Desataste mi saco, y ceñísteme de alegría.
Aun te edificaré, y serás edificada, oh virgen de Israel: todavía serás adornada con tus panderos, y saldrás en corro de danzantes.
Y aconteció que como volvían ellos, cuando David tornó de matar al Filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel cantando, y con danzas, con tamboriles, y con alegrías y sonajas, á recibir al rey Saúl. Y cantaban las mujeres que danzaba, y decían: Saúl hirió sus miles, Y David sus diez miles.
Y volviendo Jephté á Mizpa á su casa, he aquí que su hija le salió á recibir con adufes y danzas, y era la sola, la única suya; no tenía fuera de ella otro hijo ni hija.
Y su hijo el mayor estaba en el campo; el cual como vino, y llegó cerca de casa, oyó la sinfonía y las danzas;
ENTONCES cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico á Jehová, y dijeron: Cantaré yo á Jehová, porque se ha magnificado grandemente, Echando en la mar al caballo y al que en él subía. Jehová es mi fortaleza, y mi canción, Y hame sido por salud: Este es mi Dios, y á éste engrandeceré; Dios de mi padre, y á éste ensalzaré. Jehová, varón de guerra; Jehová es su nombre. Los carros de Faraón y á su ejército echó en la mar; Y sus escogidos príncipes fueron hundidos en el mar Bermejo. Los abismos los cubrieron; Como piedra descendieron á los profundos. Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en fortaleza; Tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo. Y con la grandeza de tu poder has trastornado á los que se levantaron contra ti: Enviaste tu furor; los tragó como á hojarasca. Con el soplo de tus narices se amontonaron las aguas; Paráronse las corrientes como en un montón; Los abismos se cuajaron en medio de la mar. El enemigo dijo: Perseguiré, prenderé, repartiré despojos; Mi alma se henchirá de ellos; Sacaré mi espada, destruirlos ha mi mano. Soplaste con tu viento, cubriólos la mar: Hundiéronse como plomo en las impetuosas aguas....