Y mi pueblo habitará en morada de paz, y en habitaciones seguras, y en recreos de reposo.
Con sabiduría se edificará la casa, Y con prudencia se afirmará; Y con ciencia se henchirán las cámaras De todo bien preciado y agradable.
En cualquiera casa donde entrareis, primeramente decid: Paz sea á esta casa.
Y decidle así: Que vivas y sea paz á ti, y paz á tu familia, y paz á todo cuanto tienes.
Tenlo pues ahora á bien, y bendice la casa de tu siervo, para que perpetuamente permanezca delante de ti: pues que tú, Jehová Dios, lo has dicho, y con tu bendición será bendita la casa de tu siervo para siempre.
Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no estribes en tu prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.
Ahora Jehová mi Dios me ha dado reposo por todas partes; que ni hay adversarios, ni mal encuentro.
Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá á vosotros.
Y si mal os parece servir á Jehová, escogeos hoy á quién sirváis; si á los dioses á quienes siervieron vuestros padres, cuando estuvieron de esotra parte del río, ó á los dioses de los Amorrheos en cuya tierra habitáis: que yo y mi casa serviremos á Jehov
Cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob, Tus habitaciones, oh Israel!
La maldición de Jehová está en la casa del impío; Mas él bendecirá la morada de los justos.
Y mi pueblo habitará en morada de paz, y en habitaciones seguras, y en recreos de reposo. Y el granizo, cuando descendiere será en los montes; y la ciudad será del todo abatida. Dichosos vosotros los que sembráis sobre todas aguas, y metéis en ellas el pie de buey y de asno.
El pone en tu término la paz; Te hará saciar de grosura de trigo.
Con toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportando los unos á los otros en amor;
LA mujer sabia edifica su casa: Mas la necia con sus manos la derriba.
Y sabrás que hay paz en tu tienda; Y visitarás tu morada, y no pecarás.