Por eso los padres comerán á los hijos en medio de ti, y los hijos comerán á sus padres; y haré en ti juicios, y esparciré á todos vientos todo tu residuo.
Y si os mordéis y os coméis los unos á los otros, mirad que también no os consumáis los unos á los otros.
Mas si alguien os dijere: Esto fué sacrificado á los ídolos: no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por causa de la conciencia: porque del Señor es la tierra y lo que la hinche.
No sea hallado en ti quien haga pasar su hijo ó su hija por el fuego, ni practicante de adivinaciones, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero,
Mira, oh Jehová, y considera á quién has hecho así. ¿Han de comer las mujeres su fruto, los pequeñitos de sus crías? ¿Han de ser muertos en el santuario del Señor el sacerdote y el profeta?
No matarás.
Sed templados, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando á quien devore:
De palabra de mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré al impío.