El principio de tus palabras alumbra; Hace entender á los simples.
No toma placer el necio en la inteligencia, Sino en lo que su corazón se descubre.
El que tarde se aira, es grande de entendimiento: Mas el corto de espíritu engrandece el desatino.
Haciendo estar atento tu oído á la sabiduría; Si inclinares tu corazón á la prudencia; Si clamares á la inteligencia, Y á la prudencia dieres tu voz; Si como á la plata la buscares, Y la escudriñares como á tesoros; Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios.
Detiene sus dichos el que tiene sabiduría: De prudente espíritu es el hombre entendido.
Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal; para que sepáis cómo os conviene responder á cada uno.
ESTO también sepas, que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos: Que habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, detractores, desobedientes á los padres, ingratos, sin santidad, Sin afecto, desleales, calumniadores, destemplados, crueles, aborrecedores de lo bueno, Traidores, arrebatados, hinchados, amadores de los deleites más que de Dios; Teniendo apariencia de piedad, mas habiendo negado la eficacia de ella: y á éstos evita. Porque de éstos son los que se entran por las casas, y llevan cautivas las mujercillas cargadas de pecados, llevadas de diversas concupiscencias; Que siempre aprenden, y nunca pueden acabar de llegar al conocimiento de la verdad. Y de la manera que Jannes y Jambres resistieron á Moisés, así también estos resisten á la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos acerca de la fe. Mas no prevalecerán; porque su insensatez será manifiesta á todos, como también lo fué la de aquéllos. Pero tú has comprendido mi doctrina, instrucción, intento, fe, largura de ánimo, caridad, paciencia,...
EL que ama la corrección ama la sabiduría: Mas el que aborrece la reprensión, es ignorante. El bueno alcanzará favor de Jehová: Mas él condenará al hombre de malos pensamientos. El hombre no se afirmará por medio de la impiedad: Mas la raíz de los justos no será movida. La mujer virtuosa corona es de su marido: Mas la mala, como carcoma en sus huesos. Los pensamientos de los justos son rectitud; Mas los consejos de los impíos, engaño. Las palabras de los impíos son para acechar la sangre: Mas la boca de los rectos los librará. Dios trastornará á los impíos, y no serán más: Mas la casa de los justos permanecerá. Según su sabiduría es alabado el hombre: Mas el perverso de corazón será en menosprecio. Mejor es el que es menospreciado y tiene servidores, Que el que se precia, y carece de pan. El justo atiende á la vida de su bestia: Mas las entrañas de los impíos son crueles....
Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, Y que obtiene la inteligencia: Porque su mercadería es mejor que la mercadería de la plata, Y sus frutos más que el oro fino. Más preciosa es que las piedras preciosas; Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar á ella. Largura de días está en su mano derecha; En su izquierda riquezas y honra. Sus caminos son caminos deleitosos, Y todas sus veredas paz. Ella es árbol de vida á los que de ella asen: Y bienaventurados son los que la mantienen.
Sabiduría ante todo: adquiere sabiduría: Y ante toda tu posesión adquiere inteligencia.
Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando cayereis en diversas tentaciones; Sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia. Mas tenga la paciencia perfecta su obra, para que seáis perfectos y cabales, sin faltar en alguna cosa.
PARA todas las cosas hay sazón, y todo lo que se quiere debajo del cielo, tiene su tiempo: Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; Tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; Tiempo de llorar, y tiempo de reir; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; Tiempo de esparcir las piedras, y tiempo de allegar las piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de alejarse de abrazar; Tiempo de agenciar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de arrojar; Tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; Tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. ¿Qué provecho tiene el que trabaja en lo que trabaja? Yo he visto el trabajo que Dios ha dado á los hijos de los hombres para que en él se ocupasen....
Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre: Mas el hombre entendido lo alcanzará.
El consejo te guardará, Te preservará la inteligencia: Para librarte del mal camino, De los hombres que hablan perversidades; Que dejan las veredas derechas, Por andar en caminos tenebrosos; Que se alegran haciendo mal, Que se huelgan en las perversidades del vicio; Cuyas veredas son torcidas, Y torcidos sus caminos. Para librarte de la mujer extraña, De la ajena que halaga con sus palabras;
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.