Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oir, tardío para hablar, tardío para airarse:
LA blanda respuesta quita la ira: Mas la palabra áspera hace subir el furor.
Ninguna palabra torpe salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación, para que dé gracia á los oyentes.
Pon, oh Jehová, guarda á mi boca: Guarda la puerta de mis labios.
La lengua de los sabios adornará la sabiduría: Mas la boca de los necios hablará sandeces.
Mas evita profanas y vanas parlerías; porque muy adelante irán en la impiedad.
Hay quienes hablan como dando estocadas de espada: Mas la lengua de los sabios es medicina.
El corazón del sabio hace prudente su boca; Y con sus labios aumenta la doctrina.
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos: y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
El mal mensajero caerá en mal: Mas el mensajero fiel es medicina.
Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío
Manzana de oro con figuras de plata Es la palabra dicha como conviene.
Y extendió Jehová su mano, y tocó sobre mi boca; y díjome Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.
Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal; para que sepáis cómo os conviene responder á cada uno.
En las muchas palabras no falta pecado: Mas el que refrena sus labios es prudente.
Mas lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, muertes, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias.
Mas el hombre animal no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura: y no las puede entender, porque se han de examinar espiritualmente.
Del fruto de la boca del hombre se hartará su vientre; Hartaráse del producto de sus labios. La muerte y la vida están en poder de la lengua; Y el que la ama comerá de sus frutos.