Instruye al niño en su carrera: Aun cuando fuere viejo no se apartará de ella.
Y vosotros, padres, no provoquéis á ira á vuestros hijos; sino fhhijos; sino fh amonestación del Señor.
La vara y la corrección dan sabiduría: Mas el muchacho consentido avergonzará á su madre.
El que detiene el castigo, á su hijo aborrece: Mas el que lo ama, madruga á castigarlo.
He aquí, heredad de Jehová son los hijos: Cosa de estima el fruto del vientre.
Padres, no irritéis á vuestros hijos, porque no se hagan de poco ánimo.
Corrige á tu hijo, y te dará descanso, Y dará deleite á tu alma.
Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón: Y las repetirás á tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes:
No rehuses la corrección del muchacho: Porque si lo hirieres con vara, no morirá. Tú lo herirás con vara, Y librarás su alma del infierno.
Hijos, obedeced á vuestros padres en todo; porque esto agrada al Señor.
He aquí, heredad de Jehová son los hijos: Cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que hinchió su aljaba de ellos: No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta.
Igualmente el que maldijere á su padre ó á su madre, morirá.
Exhorta asimismo á los mancebos á que sean comedidos;
La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la hará alejar de él.
Porque Dios mandó, diciendo: Honra al padre y á la madre, y, El que maldijere al padre ó á la madre, muera de muerte.
El bueno dejará herederos á los hijos de los hijos; Y el haber del pecador, para el justo está guardado.