Si pues coméis, ó bebéis, ó hacéis otra cosa, haced lo todo á gloria de Dios.
Y no comuniquéis con las obras infructuosas de las tinieblas; sino antes bien redargüidlas.
Amado, no sigas lo que es malo, sino lo que es bueno. El que hace bien es de Dios: mas el que hace mal, no ha visto á Dios.