Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro hacedor.
Y sobre todas estas cosas vestíos de caridad, la cual es el vínculo de la perfección. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, á la cual asimismo sois llamados en un cuerpo; y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite en vosotros en abundancia en toda sabiduría, enseñándoos y exhortándoos los unos á los otros con salmos é himnos y canciones espirituales, con gracia cantando en vuestros corazones al Señor. Y todo lo que hacéis, sea de palabra, ó de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias á Dios Padre por él.
ASI que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable á Dios, que es vuestro racional culto.
Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que adoren.
Cantad salmos á Jehová; porque ha hecho cosas magníficas: sea sabido esto por toda la tierra.
Así que, ofrezcamos por medio de él á Dios siempre sacrificio de alabanza, es á saber, fruto de labios que confiesen á su nombre.
Y respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: A tu Señor Dios adorarás, y á él solo servirás.
Así que, tomando el reino inmóvil, vamos á Dios agradándole con temor y reverencia;
VENID, celebremos alegremente á Jehová: Cantemos con júbilo á la roca de nuestra salud. Lleguemos ante su acatamiento con alabanza; Aclamémosle con cánticos. Porque Jehová es Dios grande; Y Rey grande sobre todos los dioses. Porque en su mano están las profundidades de la tierra, Y las alturas de los montes son suyas. Suya también la mar, pues él la hizo; Y sus manos formaron la seca. Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro hacedor.
Porque donde están dos ó tres congregados en mi nombre, allí estoy en medio de ellos.
No dejando nuestra congregación, como algunos tienen por costumbre, mas exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Entraremos en sus tiendas; Encorvarnos hemos al estrado de sus pies.
Dad á Jehová la gloria debida á su nombre: Humillaos á Jehová en el glorioso santuario.