Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida, y rebosando darán en vuestro seno: porque con la misma medida que midiereis, os será vuelto á medir.
Hay quienes reparten, y les es añadido más: Y hay quienes son escasos más de lo que es justo, mas vienen á pobreza. El alma liberal será engordada: Y el que saciare, él también será saciado.
En todo os he enseñado que, trabajando así, es necesario sobrellevar á los enfermos, y tener presente las palabras del Señor Jesús, el cual dijo: Más bienaventurada cosa es dar que recibir.
Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ó por necesidad; porque Dios ama el dador alegre.
MIRAD que no hagáis vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos: de otra manera no tendréis merced de vuestro Padre que está en los cielos. Cuando pues haces limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las plazas, para ser estimados de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú haces limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha; Para que sea tu limosna en secreto: y tu Padre que ve en secreto, él te recompensará en público. Y cuando oras, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en los cantones de las calles en pie, para ser vistos de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su pago. Mas tú, cuando oras, éntrate en tu cámara, y cerrada tu puerta, ora á tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto, te recompensará en público. Y orando, no seáis prolijos, como los Gentiles; que piensan que por su parlería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes á ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. Vosotros pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra....
Y de hacer bien y de la comunicación no os olvidéis: porque de tales sacrificios se agrada Dios.
Toda buena dádiva y todo don perfecto es de lo alto, que desciende del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
El pecado, pues, está en aquel que sabe hacer lo bueno, y no lo hace.
Sean las costumbres vuestras sin avaricia; contentos de lo presente; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.
Y dijo también al que le había convidado: Cuando haces comida ó cena, no llames á tus amigos, ni á tus hermanos, ni á tus parientes, ni á vecinos ricos; porque también ellos no te vuelvan á convidar, y te sea hecha compensación. Mas cuando haces banquete, llama á los pobres, los mancos, los cojos, los ciegos; Y serás bienaventurado; porque no te pueden retribuir; mas te será recompensado en la resurrección de los justos.
Aleluya. ALABAD á Dios en su santuario: Alabadle en la extensión de su fortaleza. Alabadle por sus proezas: Alabadle conforme á la muchedumbre de su grandeza. Alabadle á son de bocina: Alabadle con salterio y arpa. Alabadle con adufe y flauta: Alabadle con cuerdas y órgano. Alabadle con címbalos resonantes: Alabadle con címbalos de júbilo. Todo lo que respira alabe á JAH. Aleluya.
Abominación son á Jehová los perversos de corazón: Mas los perfectos de camino le son agradables. Aunque llegue la mano á la mano, el malo no quedará sin castigo: Mas la simiente de los justos escapará. Zarcillo de oro en la nariz del puerco, Es la mujer hermosa y apartada de razón. El deseo de los justos es solamente bien: Mas la esperanza de los impíos es enojo. Hay quienes reparten, y les es añadido más: Y hay quienes son escasos más de lo que es justo, mas vienen á pobreza. El alma liberal será engordada: Y el que saciare, él también será saciado. Al que retiene el grano, el pueblo lo maldecirá: Mas bendición será sobre la cabeza del que vende.