Echando toda vuestra solicitud en él, porque él tiene cuidado de vosotros.
No tenga tu corazón envidia de los pecadores, Antes persevera en el temor de Jehová todo tiempo: Porque ciertamente hay fin, Y tu esperanza no será cortada.
Por cuanto la intención de la carne es enemistad contra Dios; porque no se sujeta á la ley de Dios, ni tampoco puede.
Tornaos á la fortaleza, oh presos de esperanza: hoy también os anuncio que os daré doblado.
Esperando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo.