Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no estribes en tu prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.
Toda amargura, y enojó, é ira, y voces, y maledicencia sea quitada de vosotros, y toda malicia: Antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdónandoos los unos á los otros, como también Dios os perdonó en Cristo.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis á memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva: presto saldrá á luz: ¿no la sabréis? Otra vez pondré camino en el desierto, y ríos en la soledad.
El necio da suelta á todo su espíritu; Mas el sabio al fin le sosiega.
Y conoceréis la verdad, y la verdad os libertará.
Tus ojos miren lo recto, Y tus párpados en derechura delante de ti. Examina la senda de tus pies, Y todos tus caminos sean ordenados. No te apartes á diestra, ni á siniestra: Aparta tu pie del mal.
Echando toda vuestra solicitud en él, porque él tiene cuidado de vosotros.
Someteos pues á Dios; resistid al diablo, y de vosotros huirá.
Y sabemos que á los que á Dios aman, todas las cosas les ayudan á bien, es á saber, á los que conforme al propósito son llamados.
Por lo cual tres veces he rogado al Señor, que se quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi potencia en la flaqueza se perfecciona. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis flaquezas, porque habite en mí la potencia de Cristo.
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad.
Airaos, y no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo;
El que encubre sus pecados, no prosperará: Mas el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia.
POR tanto nosotros también, teniendo en derredor nuestro una tan grande nube de testigos, dejando todo el peso del pecado que nos rodea, corramos con paciencia la carrera que nos es propuesta,