Clamaron los justos, y Jehová oyó, Y librólos de todas sus angustias. Cercano está Jehová á los quebrantados de corazón; Y salvará á los contritos de espíritu.
Venid á mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Echando toda vuestra solicitud en él, porque él tiene cuidado de vosotros.
No temas, que yo soy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios que te esfuerzo: siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no estribes en tu prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.
Porque un momento será su furor; Mas en su voluntad está la vida: Por la tarde durará el lloró, Y á la mañana vendrá la alegría.
Respóndeme presto, oh Jehová que desmaya mi espíritu: No escondas de mí tu rostro, Y venga yo á ser semejante á los que descienden á la sepultura. Hazme oir por la mañana tu misericordia, Porque en ti he confiado: Hazme saber el camino por donde ande, Porque á ti he alzado mi alma
Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo: Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Y no os conforméis á este siglo; mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Y será Jehová refugio al pobre, Refugio para el tiempo de angustia.
El ladrón no viene sino para hurtar, y matar, y destruir: yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Porque no nos ha dado Dios el espíritu de temor, sino el de fortaleza, y de amor, y de templanza.
Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas.
El cuidado congojoso en el corazón del hombre, lo abate; Mas la buena palabra lo alegra.