Pon asimismo tu delicia en Jehová, Y él te dará las peticiones de tu corazón.
Lo que el impío teme, eso le vendrá: Mas á los justos les será dado lo que desean.
Y me buscaréis y hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán hartos.
Si clamares á la inteligencia, Y á la prudencia dieres tu voz; Si como á la plata la buscares, Y la escudriñares como á tesoros; Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios.
No os ha tomado tentación, sino humana: mas fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podeís llevar; antes dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis aguantar.
Bueno es Jehová á los que en él esperan, al alma que le buscare.
Mas los que esperan á Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán.
Bueno es esperar callando en la salud de Jehová.
Con todo mi corazón te he buscado: No me dejes divagar de tus mandamientos.
Bienaventurados los que ahora tenéis hambre; porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.
Bienaventurado el hombre que me oye, Velando á mis puertas cada día, Guardando los umbrales de mis entradas.