Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no estribes en tu prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.
Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar: Sobre ti fijaré mis ojos.
Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, Y aprueba su camino.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Y reposará sobre él el espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.
Y díjome Jehová: No digas, soy niño; porque á todo lo que te enviaré irás tú, y dirás todo lo que te mandaré. No temas delante de ellos, porque contigo soy para librarte, dice Jehová.
DEL hombre son las disposiciones del corazón: Mas de Jehová la respuesta de la lengua. Todos los caminos del hombre son limpios en su opinión: Mas Jehová pesa los espíritus.
Bienaventurado el hombre á quien tú, JAH, castigares, Y en tu ley lo instruyeres; Para tranquilizarle en los días de aflicción, En tanto que para el impío se cava el hoyo. Porque no dejará Jehová su pueblo, Ni desamparará su heredad;
Clama á mí, y te responderé, y te enseñaré cosas grandes y dificultosas que tú no sabes.
Y aun con esto no creisteis en Jehová vuestro Dios, El cual iba delante de vosotros por el camino, para reconoceros el lugar donde habíais de asentar el campo, con fuego de noche para mostraros el camino por donde aduvieseis, y con nube de día.
Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, Y aprueba su camino. Cuando cayere, no quedará postrado; Porque Jehová sostiene su mano.
Sin embargo, en una ó en dos maneras habla Dios; Mas el hombre no entiende. Por sueño de visión nocturna, Cuando el sueño cae sobre los hombres, Cuando se adormecen sobre el lecho;
Confortará mi alma; Guiárame por sendas de justicia por amor de su nombre.
Y Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida: el que á mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que andas. Ojalá miraras tú á mis mandamientos! fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas de la mar.
Así dice Jehová, el que da camino en la mar, y senda en las aguas impetuosas; El que saca carro y caballo, ejército y fuerza; caen juntamente para no levantarse; quedan extinguidos, como pábilo quedan apagados. No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis á memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva: presto saldrá á luz: ¿no la sabréis? Otra vez pondré camino en el desierto, y ríos en la soledad.