El que detiene el castigo, á su hijo aborrece: Mas el que lo ama, madruga á castigarlo.
La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la hará alejar de él.
Y vosotros, padres, no provoquéis á ira á vuestros hijos; sino fhhijos; sino fh amonestación del Señor.
Corrige á tu hijo, y te dará descanso, Y dará deleite á tu alma.