Empero del día y hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino mi Padre solo.
Y si aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne sería salva; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.
Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.
Sabemos que somos de Dios, y todo el mundo está puesto en maldad.
El cual se dió á sí mismo por nuestros pecados para librarnos de este presente siglo malo, conforme á la voluntad de Dios y Padre nuestro;