Porque seré propicio á sus injusticias, Y de sus pecados y de sus iniquidades no me acordaré más.
No ha hecho con nosotros conforme á nuestras iniquidades; Ni nos ha pagado conforme á nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
Honroso es en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; ùmas á los fornicarios y á los adúlteros juzgará Dios.
Y JESUS se fué al monte de las Olivas. Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino á él: y sentado él, los enseñaba. Entonces los escribas y los Fariseos le traen una mujer tomada en adulterio; y poniéndola en medio, Dícenle: Maestro, esta mujer ha sido tomada en el mismo hecho, adulterando; Y en la ley Moisés nos mandó apedrear á las tales: tú pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Empero Jesús, inclinado hacia abajo, escribía en tierra con el dedo. Y como perseverasen preguntándole, enderezóse, y díjoles: El que de vosotros esté sin pecado, arroje contra ella la piedra el primero. Y volviéndose á inclinar hacia abajo, escribía en tierra. Oyendo, pues, ellos, redargüidos de la conciencia, salíanse uno á uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros: y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Y enderezándose Jesús, y no viendo á nadie más que á la mujer, díjole: ¿Mujer, dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te ha condenado?...
La caridad es sufrida, es benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no hace sinrazón, no se ensancha; No es injuriosa, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal; No se huelga de la injusticia, mas se huelga de la verdad; Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. La caridad nunca deja de ser: mas las profecías se han de acabar, y cesarán las lenguas, y la ciencia ha de ser quitada;
HERMANOS, si alguno fuere tomado en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restaurad al tal con el espíritu de mansedumbre; considerándote á ti mismo, porque tú no seas también tentado.
Mirad por vosotros: si pecare contra ti tu hermano, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día se volviere á ti, diciendo, pésame, perdónale.
Pon asimismo tu delicia en Jehová, Y él te dará las peticiones de tu corazón.
Díceles: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar á vuestras mujeres: mas al principio no fué así. Y yo os digo que cualquiera que repudiare á su mujer, si no fuere por causa de fornicación, y se casare con otra, adultera: y el que se casare con la repudiada, adultera.
Venid luego, dirá Jehová, y estemos á cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos: si fueren rojos como el carmesí, vendrán á ser como blanca lana.
¿Qué Dios como tú, que perdonas la maldad, y olvidas el pecado del resto de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque es amador de misericordia. El tornará, él tendrá misericordia de nosotros; él sujetará nuestras iniquidades, y echará en los profundos de la mar todos nuestros pecados.
Entonces Pedro, llegándose á él, dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré á mi hermano que pecare contra mí? ¿hasta siete? Jesús le dice: No te digo hasta siete, mas aun hasta setenta veces siete.
SI yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo caridad, vengo á ser como metal que resuena, ó címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia; y si tuviese toda la fe, de tal manera que traspasase los montes, y no tengo caridad, nada soy. Y si repartiese toda mi hacienda para dar de comer a pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo caridad, de nada me sirve. La caridad es sufrida, es benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no hace sinrazón, no se ensancha; No es injuriosa, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal; No se huelga de la injusticia, mas se huelga de la verdad; Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. La caridad nunca deja de ser: mas las profecías se han de acabar, y cesarán las lenguas, y la ciencia ha de ser quitada; Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; Mas cuando venga lo que es perfecto, entonces lo que es en parte será quitado....
Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos; y vuélvase á Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Al Músico principal: Salmo de David, cuando después que entró á Bath-sebah, vino á él Nathán el profeta. TEN piedad de mí, oh Dios, conforme á tu misericordia: Conforme á la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones; Y mi pecado está siempre delante de mí. A ti, á ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos: Porque seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio. He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre. He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo: Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. Purifícame con hisopo, y será limpio: Lávame, y seré emblanquecido más que la nieve. Hazme oir gozo y alegría; Y se recrearán los huesos que has abatido. Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; Y renueva un espíritu recto dentro de mí....
Séaos pues notorio, varones hermanos, que por éste os es anunciada remisión de pecados,
Y DIJOME otra vez Jehová: Ve, ama una mujer amada de su compañero, aunque adúltera, como el amor de Jehová para con los hijos de Israel; los cuales miran á dioses ajenos, y aman frascos de vino.