Sabroso es al hombre el pan de mentira; Mas después su boca será llena de cascajo.
No habitará dentro de mi casa el que hace fraude: El que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos.
Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente, El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, Y el que enciende rencillas entre los hermanos.
Otro parece en los labios al que aborrece; Mas en su interior pone engaño. Cuando hablare amigablemente, no le creas; Porque siete abominaciones hay en su corazón. Encúbrese el odio con disimulo; Mas su malicia será descubierta en la congregación.
Libra mi alma, oh Jehová, de labio mentiroso, De la lengua fraudulenta.
Porque los tales no sirven al Señor nuestro Jesucristo, sino á sus vientres; y con suaves palabras y bendiciones engañan los corazones de los simples.
Las palabras de su boca son iniquidad y fraude; No quiso entender para bien hacer.
Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
El testigo falso no quedará sin castigo; Y el que habla mentiras, perecerá.
Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sustilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme á los elementos del mundo, y no según Cristo:
JUZGAME, oh Dios, y aboga mi causa: Líbrame de gente impía, del hombre de engaño é iniquidad.
Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude: Debajo de su lengua, vejación y maldad.
Porque El que quiere amar la vida, Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño;
Mas decía, que lo que del hombre sale, aquello contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, Los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, las desvergüenzas, el ojo maligno, las injurias, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.
Y también todos los que quieren vivir píamente en Cristo Jesús, padecerán persecución. Mas los malos hombres y los engañadores, irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. Empero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salud por la fe que es en Cristo Jesús.