Déjate de la ira, y depón el enojo: No te excites en manera alguna á hacer lo malo.
No seas vencido de lo malo; mas vence con el bien el mal.
Airaos, y no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo; Ni deis lugar al diablo.
El necio da suelta á todo su espíritu; Mas el sabio al fin le sosiega.
Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oir, tardío para hablar, tardío para airarse: Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Toda amargura, y enojó, é ira, y voces, y maledicencia sea quitada de vosotros, y toda malicia:
No os venguéis vosotros mismos, amados míos; antes dad lugar á la ira; porque escrito está: Mía es la venganza: yo pagaré, dice el Señor.
Airaos, y no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo;