La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
Venid á mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
¿Pues qué diremos á esto? Si Dios por nosotros, ¿quién contra nosotros?
Estas cosas os he hablado, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción: mas confiad, yo he vencido al mundo.
En amor no hay temor; mas el perfecto amor echa fuera el temor: porque el temor tiene pena. De donde el que teme, no está perfecto en el amor.
Semejante es al hombre que edifica una casa, el cual cavó y ahondó, y puso el fundamento sobre la peña; y cuando vino una avenida, el río dió con ímpetu en aquella casa, mas no la pudo menear: porque estaba fundada sobre la peña.
Pero respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, cuidadosa estás, y con las muchas cosas estás turbada: Empero una cosa es necesaria; y María escogió la buena parte, la cual no le será quitada.
Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo.
Clamaron los justos, y Jehová oyó, Y librólos de todas sus angustias. Cercano está Jehová á los quebrantados de corazón; Y salvará á los contritos de espíritu. Muchos son los males del justo; Mas de todos ellos lo librará Jehová.
Salmo de David. BENDICE, alma mía á Jehová; Y bendigan todas mis entrañas su santo nombre. Bendice, alma mía, á Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila.
Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos.
SEGUID la caridad; y procurad los dones espirituales, mas sobre todo que profeticéis. Porque el que habla en lenguas, no habla á los hombres, sino á Dios; porque nadie le entiende, aunque en espíritu hable misterios. Mas el que profetiza, habla á los hombres para edificación, y exhortación, y consolación. El que habla lengua extraña, á sí mismo se edifica; mas el que porfetiza, edifica á la iglesia. Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis lenguas, empero más que profetizaseis: porque mayor es el que profetiza que el que habla lenguas, si también no interpretare, para que la iglesia tome edificación. Ahora pues, hermanos, si yo fuere á vosotros hablando lenguas, ¿qué os aprovecharé, si no os hablare, ó con revelación, ó con ciencia, ó con profecía, ó con doctrina? Ciertamente las cosas inanimadas que hacen sonidos, como la flauta ó la vihuela, si no dieren distinción de voces, ¿comó se sabrá lo que se tañe con la flauta, ó con la vihuela? Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se apercibirá á la batalla? Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien significante, ¿cómo se entenderá lo que se dice? porque hablaréis al aire. Tantos géneros de voces, por ejemplo, hay en el mundo, y nada hay mudo;...
Porque Dios no es Dios de disensión, sino de paz; como en todas las iglesias de los santos.
Y el que fué sembrado en espinas, éste es el que oye la palabra; pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas, ahogan la palabra, y hácese infructuosa.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
La caña cascada no quebrará, Y el pábilo que humea no apagará, Hasta que saque á victoria el juicio.
