Diciéndose ser sabios, se hicieron fatuos,
El sabio teme, y se aparta del mal: Mas el necio se arrebata, y confía. El que presto se enoja, hará locura: Y el hombre malicioso será aborrecido. Los simples heredarán necedad: Mas los cuerdos se coronarán de sabiduría.
Al Músico principal: Salmo de David. DIJO el necio en su corazón: No hay Dios. Corrompiéronse, hicieron obras abominables; No hay quien haga bien.
Vete de delante del hombre necio, Porque en él no advertirás labios de ciencia. La ciencia del cuerdo es entender su camino: Mas la indiscreción de los necios es engaño. Los necios se mofan del pecado: Mas entre los rectos hay favor.