Porque aun estando con vosotros, os denunciábamos esto: Que si alguno no quisiere trabajar, tampoco coma.
No trabajes por ser rico; Pon coto á tu prudencia.
Y si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, la fe negó, y es peor que un infiel.
El que labra su tierra, se hartará de pan: Mas el que sigue los vagabundos es falto de entendimiento.
El rico se enseñoreará de los pobres; Y el que toma prestado, siervo es del que empresta.
No os congojéis pues, diciendo: ¿Qué comeremos, ó qué beberemos, ó con qué nos cubriremos? Porque los Gentiles buscan todas estas cosas: que vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas habéis menester. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Porque los que quieren enriquecerse, caen en tentación y lazo, y en muchas codicias locas y dañosas, que hunden á los hombres en perdición y muerte. Porque el amor del dinero es la raíz de todos los males: el cual codiciando algunos, se descaminaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
Hombre necesitado será el que ama el deleite: Y el que ama el vino y ungüentos no enriquecerá.
No trabajes por ser rico; Pon coto á tu prudencia. ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque hacerse han alas, Como alas de águila, y volarán al cielo.