Mejor es esperar en Jehová Que esperar en hombre.
No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe: de la que duerme á tu lado, guarda, no abras tu boca. Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra: y los enemigos del hombre son los de su casa. Yo empero á Jehová esperaré, esperaré al Dios de mi salud: el Dios mío me oirá. Tú, enemiga mía, no te huelgues de mí: porque aunque caí, he de levantarme; aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz.
Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. Pues será como la retama en el desierto, y no verá cuando viniere el bien; sino que morará en las securas en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada.
Guárdese cada uno de su compañero, ni en ningún hermano tenga confianza: porque todo hermano engaña con falacia, y todo compañero anda con falsedades.
Dejaos del hombre, cuyo hálito está en su nariz; porque ¿de qué es él estimado?
El que confía en su corazón es necio; Mas el que camina en sabiduría, será salvo.
No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe: de la que duerme á tu lado, guarda, no abras tu boca. Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra: y los enemigos del hombre son los de su casa.
Mas el mismo Jesús no se confiaba á sí mismo de ellos, porque él conocía á todos, Y no tenía necesidad que alguien le diese testimonio del hombre; porque él sabía lo que había en el hombre.
No confiéis en los príncipes, Ni en hijo de hombre, porque no hay en él salud.
Puso luego en mi boca canción nueva, alabanza á nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y esperarán en Jehová. Bienaventurado el hombre que puso á Jehová por su confianza, Y no mira á los soberbios, ni á los que declinan á la mentira.
Mejor es esperar en Jehová Que esperar en príncipes. Todas las gentes me cercaron: En nombre de Jehová, que yo los romperé. Cercáronme y asediáronme: En nombre de Jehová, que yo los romperé. Cercáronme como abejas; fueron apagados como fuegos de espinos: En nombre de Jehová, que yo los romperé. Empujásteme con violencia para que cayese: Empero ayudóme Jehová.
Mejor es esperar en Jehová Que esperar en príncipes.
