Como libres, y no como teniendo la libertad por cobertura de malicia, sino como siervos de Dios.
ESTAD, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no volváis otra vez á ser presos en el yugo de servidumbre.
Porque el Señor es el Espíritu; y donde hay el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
Porque aun estando con vosotros, os denunciábamos esto: Que si alguno no quisiere trabajar, tampoco coma.
Porque Dios no es Dios de disensión, sino de paz; como en todas las iglesias de los santos.