Vosotros sois la sal de la tierra: y si la sal se desvaneciere ¿con qué será salada? no vale más para nada, sino para ser echada fuera y hollada de los hombres. Vosotros sois la luz del mundo: una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, mas sobre el candelero, y alumbra á todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen á vuestro Padre que está en los cielos.
Hierro con hierro se aguza; Y el hombre aguza el rostro de su amigo.
No erréis: las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.
El que anda con los sabios, sabio será; Mas el que se allega á los necios, será quebrantado.
Vosotros corríais bien: ¿quién os embarazó para no obedecer á la verdad? Esta persuasión no es de aquel que os llama. Un poco de levadura leuda toda la masa.
Teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean confundidos los que blasfeman vuestra buena conversación en Cristo.
Teniendo vuestra conversación honesta entre los Gentiles; para que, en lo que ellos murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen á Dios en el día de la visitación, estimándoos por las buenas obras.
Da al sabio, y será más sabio: Enseña al justo, y acrecerá su saber.
Camino á la vida es guardar la corrección: Mas el que deja la reprensión, yerra.
Sino santificad al Señor Dios en vuestros corazones, y estad siempre aparejados para responder con masedumbre y reverencia á cada uno que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros:
Muchos rogarán al príncipe: Mas cada uno es amigo del hombre que da.
Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia, Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruído para toda buena obra.
LA blanda respuesta quita la ira: Mas la palabra áspera hace subir el furor.
No te entrometas con el iracundo, Ni te acompañes con el hombre de enojos;