LOS proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel: Para entender sabiduría y doctrina; Para conocer las razones prudentes; Para recibir el consejo de prudencia, Justicia, y juicio y equidad; Para dar sagacidad á los simples, Y á los jóvenes inteligencia y cordura. Oirá el sabio, y aumentará el saber; Y el entendido adquirirá consejo; Para entender parábola y declaración; Palabras de sabios, y sus dichos oscuros. El principio de la sabiduría es el temor de Jehová: Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Oye, hijo mío, la doctrina de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre: Porque adorno de gracia serán á tu cabeza, Y collares á tu cuello. Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, No consientas....
Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, mostrad en vuestra fe virtud, y en la virtud ciencia;
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová: Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.
Ruégo te más bien por amor, siendo tal cual soy, Pablo viejo, y aun ahora prisionero de Jesucristo: Ruégote por mi hijo Onésimo, que he engendrado en mis prisiones, El cual en otro tiempo te fué inútil, mas ahora á ti y á mí es útil;
Yo he oído de ti que el espíritu de los dioses santos está en ti, y que en ti se halló luz, y entendimiento y mayor sabiduría.
En las muchas palabras no falta pecado: Mas el que refrena sus labios es prudente.
Y todo lo que hagáis, hacedlo de ánimo, como al Señor, y no á los hombres;