Mas quiero que sepáis, que Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón es la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza de Cristo.
Vosotros maridos, semejantemente, habitad con ellas según ciencia, dando honor á la mujer como á vaso más frágil, y como á herederas juntamente de la gracia de la vida; para que vuestras oraciones no sean impedidas.
A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera tus dolores y tus preñeces; con dolor parirás los hijos; y á tu marido será tu deseo, y él se enseñoreará de ti.
Maridos, amad á vuestras mujeres, así como Cristo amó á la iglesia, y se entregó á sí mismo por ella,
Y si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, la fe negó, y es peor que un infiel.
Padres, no irritéis á vuestros hijos, porque no se hagan de poco ánimo.
Darále ella bien y no mal, Todos los días de su vida.
Las casadas estén sujetas á sus propios maridos, como al Señor.
Y vosotros, padres, no provoquéis á ira á vuestros hijos; sino fhhijos; sino fh amonestación del Señor.
HIJOS, obedeced en el Señor á vuestros padres; porque esto es justo.
Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia; y él es el que da la salud al cuerpo.
Así como sabéis de qué modo exhortábamos y consolábamos á cada uno de vosotros, como el padre á sus hijos, Y os protestábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó á su reino y gloria.
Casadas, estad sujetas á vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad á vuestras mujeres, y no seáis desapacibles con ellas.