Mis huídas has tú contado: Pon mis lágrimas en tu redoma: ¿No están ellas en tu libro?
Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas.
Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.
Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará á fuentes vivas de aguas: y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos.
Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?
Y lloró Jesús.
Dísteles á comer pan de lágrimas, Y dísteles á beber lágrimas en gran abundancia.
Bienaventurado el varón que sufre la tentación; porque cuando fuere probado, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido á los que le aman.
Disputadores son mis amigos: Mas á Dios destilarán mis ojos.
Porque el dolor que es según Dios, obra arrepentimiento saludable, de que no hay que arrepentirse; mas el dolor del siglo obra muerte.