Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, demándela á Dios, el cual da á todos abundantemente, y no zahiere; y le será dada.
La palabra de Cristo habite en vosotros en abundancia en toda sabiduría, enseñándoos y exhortándoos los unos á los otros con salmos é himnos y canciones espirituales, con gracia cantando en vuestros corazones al Señor.
Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; Y todas las cosas que se pueden desear, no son de comparar con ella. Yo, la sabiduría, habito con la discreción, Y hallo la ciencia de los consejos.
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová: Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.
Que el Dios del Señor nuestro Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación para su conocimiento;
Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! Cuán incomprensibles son sus juicios, e inescrutables sus caminos!
Porque yo os daré boca y sabiduría, á la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se os opondrán.
MEJOR es la buena fama que el buen ungüento; y el día de la muerte que el día del nacimiento. Mejor es ir á la casa del luto que á la casa del convite: porque aquello es el fin de todos los hombres; y el que vive parará mientes. Mejor es el enojo que la risa: porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón. El corazón de los sabios, en la casa del luto; mas el corazón de los insensatos, en la casa del placer. Mejor es oir la reprensión del sabio, que la canción de los necios. Porque la risa del necio es como el estrépito de las espinas debajo de la olla. Y también esto es vanidad. Ciertamente la opresión hace enloquecer al sabio: y el presente corrompe el corazón. Mejor es el fin del negocio que su principio: mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu. No te apresures en tu espíritu á enojarte: porque la ira en el seno de los necios reposa. Nunca digas: ¿Qué es la causa que los tiempos pasados fueron mejores que éstos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría....
Detiene sus dichos el que tiene sabiduría: De prudente espíritu es el hombre entendido.
Lo cual también hablamos, no con doctas palabras de humana sabiduría, mas con doctrina del Espíritu, acomodando lo espiritual á lo espiritual.
Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, Y que obtiene la inteligencia:
Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sustilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme á los elementos del mundo, y no según Cristo:
Jehová me poseía en el principio de su camino, Ya de antiguo, antes de sus obras. Eternalmente tuve el principado, desde el principio, Antes de la tierra.
AMADOS, no creáis á todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas son salidos en el mundo.
El cual quiere que todos los hombres sean salvos, y que vengan al conocimiento de la verdad.