Apresta tu obra de afuera, Y disponla en tu heredad; Y después edificarás tu casa.
Cántico gradual: para Salomón. SI Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican: Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guarda.
Porque toda casa es edificada de alguno: mas el que crió todas las cosas es Dios.
Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella, mi voluntad, y seré honrado, ha dicho Jehová.
¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que digo? Todo aquel que viene á mí, y oye mis palabras, y las hace, os enseñaré á quién es semejante: Semejante es al hombre que edifica una casa, el cual cavó y ahondó, y puso el fundamento sobre la peña; y cuando vino una avenida, el río dió con ímpetu en aquella casa, mas no la pudo menear: porque estaba fundada sobre la peña. Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; en la cual el río dió con ímpetu, y luego cayó; y fué grande la ruina de aquella casa.
LA mujer sabia edifica su casa: Mas la necia con sus manos la derriba. El que camina en su rectitud teme á Jehová: Mas el pervertido en sus caminos lo menosprecia. En la boca del necio está la vara de la soberbia: Mas los labios de los sabios los guardarán. Sin bueyes el granero está limpio: Mas por la fuerza del buey hay abundancia de pan. El testigo verdadero no mentirá: Mas el testigo falso hablará mentiras. Busca el escarnecedor la sabiduría, y no la halla: Mas la sabiduría al hombre entendido es fácil. Vete de delante del hombre necio, Porque en él no advertirás labios de ciencia. La ciencia del cuerdo es entender su camino: Mas la indiscreción de los necios es engaño. Los necios se mofan del pecado: Mas entre los rectos hay favor. El corazón conoce la amargura de su alma; Y extraño no se entrometerá en su alegría....
Y FUÉ que como oyó Sanballat que nosotros edificábamos el muro, encolerizóse y enojóse en gran manera, é hizo escarnio de los Judíos. Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles Judíos? ¿hanles de permitir? ¿han de sacrificar? ¿han de acabar en un día? ¿han de resucitar de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas? Y estaba junto á él Tobías Ammonita, el cual dijo: Aun lo que ellos edifican, si subiere una zorra derribará su muro de piedra. Oye, oh Dios nuestro, que somos en menosprecio, y vuelve el baldón de ellos sobre su cabeza, y dalos en presa en la tierra de su cautiverio: Y no cubras su iniquidad, ni su pecado sea raído delante de tu rostro; porque se airaron contra los que edificaban. Edificamos pues el muro, y toda la muralla fué junta hasta su mitad: y el pueblo tuvo ánimo para obrar. Mas acaeció que oyendo Sanballat y Tobías, y los Arabes, y los Ammonitas, y los de Asdod, que los muros de Jerusalem eran reparados, porque ya los portillos comenzaban á cerrarse, encolerizáronse mucho; Y conspiraron todos á una para venir á combatir á Jerusalem, y á hacerle daño. Entonces oramos á nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda contra ellos de día y de noche. Y dijo Judá: Las fuerzas de los acarreadores se han enflaquecido, y el escombro es mucho, y no podemos edificar el muro....
Porque ¿cuál de vosotros, queriendo edificar una torre, no cuenta primero sentado los gastos, si tiene lo que necesita para acabarla?
Y edificarán los de ti los desiertos antiguos; los cimientos de generación y generación levantarás: y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar.
Porque nosotros, coadjutores somos de Dios; y vosotros labranza de Dios sois, edificio de Dios sois.
Y mi pueblo habitará en morada de paz, y en habitaciones seguras, y en recreos de reposo.