Asimismo también las mujeres, ataviándose en hábito honesto, con vergüenza y modestia; no con cabellos encrespados, u oro, ó perlas, ó vestidos costosos. Sino de buenas obras, como conviene á mujeres que profesan piedad.
Y no haréis rasguños en vuestra carne por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna: Yo Jehová.
No vestirá la mujer hábito de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es á Jehová tu Dios cualquiera que esto hace.
Asimismo también las mujeres, ataviándose en hábito honesto, con vergüenza y modestia; no con cabellos encrespados, u oro, ó perlas, ó vestidos costosos.
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque comprados sois por precio: glorificad pues á Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
El adorno de las cuales no sea exterior con encrespamiento del cabello, y atavío de oro, ni en compostura de ropas;
Engañosa es la gracia, y vana la hermosura: La mujer que teme á Jehová, ésa será alabada.
Y no os conforméis á este siglo; mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
ASI que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable á Dios, que es vuestro racional culto.
Mas yo os digo, que cualquiera que mira á una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
Y he aquí, una mujer que le sale al encuentro Con atavío de ramera, astuta de corazón,
Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, ó se ofenda ó sea debilitado.
Mas vestíos del Señor Jesucristo, y no hagáis caso de la carne en sus deseos.
Asimismo dice Jehová: Por cuanto las hijas de Sión se ensoberbecen, y andan cuellierguidas y los ojos descompuestos; cuando andan van danzando, y haciendo son con los pies: Por tanto, pelará el Señor la mollera de las hijas de Sión, y Jehová descubrirá sus vergüenzas. Aquel día quitará el Señor el atavío de los calzados, y las redecillas, y las lunetas; Los collares, y los joyeles, y los brazaletes; Las escofietas, y los atavíos de las piernas, los partidores del pelo, los pomitos de olor, y los zarcillos; Los anillos, y los joyeles de las narices; Las ropas de remuda, los mantoncillos, los velos, y los alfileres; Los espejos, los pañizuelos, las gasas, y los tocados. Y será que en lugar de los perfumes aromáticos vendrá hediondez; y desgarrón en lugar de cinta; y calvez en lugar de la compostura del cabello; y en lugar de faja ceñimiento de saco; y quemadura en vez de hermosura. Tus varones caerán á cuchillo, y tu fuerza en la guerra....