Dadle el fruto de sus manos, Y alábenla en las puertas sus hechos.
Mas quiero que sepáis, que Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón es la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza de Cristo.
Mujer fuerte, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepuja largamente á la de piedras preciosas.
PALABRA fiel: Si alguno apetece obispado, buena obra desea. Conviene, pues, que el obispo sea irreprensible, marido de una mujer, solícito, templado, compuesto, hospedador, apto para enseñar; No amador del vino, no heridor, no codicioso de torpes ganancias, sino moderado, no litigioso, ajeno de avaricia; Que gobierne bien su casa, que tenga sus hijos en sujeción con toda honestidad; (Porque el que no sabe gobernar su casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?) No un neófito, porque inflándose no caiga en juicio del diablo. También conviene que tenga buen testimonio de los extraños, porque no caiga en afrenta y en lazo del diablo. Los diáconos asimismo, deben ser honestos, no bilingües, no dados á mucho vino, no amadores de torpes ganancias; Que tengan el misterio de la fe con limpia conciencia. Y éstos también sean antes probados; y así ministren, si fueren sin crimen....
Fortaleza y honor son su vestidura; Y en el día postrero reirá.
Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano del Dios tuyo.
LO que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos mirado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida;