Toda maldad es pecado; mas hay pecado no de muerte.
Cualquiera que hace pecado, traspasa también la ley; pues el pecado es transgresión de la ley.
El pecado, pues, está en aquel que sabe hacer lo bueno, y no lo hace.
Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído, y cebado. Y la concupiscencia, después que ha concebido, pare el pecado: y el pecado, siendo cumplido, engendra muerte.
Por cuanto todos pecaron, y están distituídos de la gloria de Dios;