Que á nadie infamen, que no sean pendencieros, sino modestos, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres.
Sino santificad al Señor Dios en vuestros corazones, y estad siempre aparejados para responder con masedumbre y reverencia á cada uno que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros:
Dísteme asimismo el escudo de tu salud: Y tu diestra me sustentó, Y tu benignidad me ha acrecentado.
Que el siervo del Señor no debe ser litigioso, sino manso para con todos, apto para enseñar, sufrido; Que con mansedumbre corrija á los que se oponen: si quizá Dios les dé que se arrepientan para conocer la verdad, Y se zafen del lazo del diablo, en que están cuativos á voluntad de él.
Mas la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, después pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, no juzgadora, no fingida.
Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, Mansedumbre, templanza: contra tales cosas no hay ley.
HERMANOS, si alguno fuere tomado en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restaurad al tal con el espíritu de mansedumbre; considerándote á ti mismo, porque tú no seas también tentado.
LA blanda respuesta quita la ira: Mas la palabra áspera hace subir el furor.
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oir, tardío para hablar, tardío para airarse: Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Con toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportando los unos á los otros en amor;
La caridad es sufrida, es benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no hace sinrazón, no se ensancha; No es injuriosa, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal;
Tú me diste asimismo el escudo de tu salud, Y tu benignidad me ha acrecentado.
Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe,
Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo cogerá los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente las paridas.