Maridos, amad á vuestras mujeres, así como Cristo amó á la iglesia, y se entregó á sí mismo por ella,
Así que, no son ya más dos, sino una carne: por tanto, lo que Dios juntó, no lo aparte el hombre.
¿Te ha parecido útil esta página? ¡Compártela, por favor!
Derechos de autor 2015. Todos los derechos reservados.