El libro de aquesta ley nunca se apartará de tu boca: antes de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme á todo lo que en él está escrito: porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Antes en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.
Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío
En tus mandamientos meditaré, Consideraré tus caminos.
Serme ha suave hablar de él: Yo me alegraré en Jehová.
Hijo mío, está atento á mis palabras; Inclina tu oído á mis razones. No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón. Porque son vida á los que las hallan, Y medicina á toda su carne.
MEM. Cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
Tú le guardarás en completa paz, cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti se ha confiado.
Mi boca hablará sabiduría; Y el pensamiento de mi corazón inteligencia.
Mas tú, cuando oras, éntrate en tu cámara, y cerrada tu puerta, ora á tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto, te recompensará en público.
BIENAVENTURADO el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Antes en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Y será como el árbol plantado junto á arroyos de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará. No así los malos: Sino como el tamo que arrebata el viento. Por tanto no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos. Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.
Previnieron mis ojos las vigilias de la noche, Para meditar en tus dichos.
Alzaré asimismo mis manos á tus mandamientos que amé; Y meditaré en tus estatutos.
Cuando me acordaré de ti en mi lecho, Cuando meditaré de ti en las velas de la noche.
MEM. Cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; Porque me son eternos. Más que todos mis enseñadores he entendido: Porque tus testimonios son mi meditación.