Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos á otros: como os he amado, que también os améis los unos á los otros.
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; Y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de ti; Y no quites de mí tu santo espíritu. Vuélveme el gozo de tu salud; Y el espíritu libre me sustente. Enseñaré á los prevaricadores tus caminos; Y los pecadores se convertirán á ti.
PERMANEZCA el amor fraternal. No olvidéis la hospitalidad, porque por ésta algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.
Este es mi mandamiento: Que os améis los unos á los otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que ponga alguno su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hiciereis las cosas que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: mas os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os he hecho notorias.
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si demandáremos alguna cosa conforme á su voluntad, él nos oye.