Mejor es morar en tierra del desierto, Que con la mujer rencillosa é iracunda.
Gotera continua en tiempo de lluvia, Y la mujer rencillosa, son semejantes:
Mujer fuerte, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepuja largamente á la de piedras preciosas. El corazón de su marido está en ella confiado, Y no tendrá necesidad de despojo. Darále ella bien y no mal, Todos los días de su vida. Buscó lana y lino, Y con voluntad labró de sus manos. Fué como navío de mercader: Trae su pan de lejos. Levantóse aun de noche, Y dió comida á su familia, Y ración á sus criadas. Consideró la heredad, y compróla; Y plantó viña del fruto de sus manos. Ciñó sus lomos de fortaleza, Y esforzó sus brazos. Gustó que era buena su granjería: Su candela no se apagó de noche. Aplicó sus manos al huso, Y sus manos tomaron la rueca....
Cada uno empero de vosotros de por sí, ame también á su mujer como á sí mismo; y la mujer reverencie á su marido.
Engañosa es la gracia, y vana la hermosura: La mujer que teme á Jehová, ésa será alabada.
Gotera continua en tiempo de lluvia, Y la mujer rencillosa, son semejantes: El que pretende contenerla, arresta el viento: O el aceite en su mano derecha.
Abrió su boca con sabiduría: Y la ley de clemencia está en su lengua.