Mejor es morar en tierra del desierto, Que con la mujer rencillosa é iracunda.
Tal es el rastro de la mujer adúltera: Come, y limpia su boca, Y dice: No he hecho maldad.
Porque no permito á la mujer enseñar, ni tomar autoridad sobre el hombre, sino estar en silencio.
Gotera continua en tiempo de lluvia, Y la mujer rencillosa, son semejantes:
Los cuales maquinan males en el corazón, Cada día urden contiendas.
Mas el que comete adulterio con la mujer, es falto de entendimiento: Corrompe su alma el que tal hace.
Porque lo que hago, no lo entiendo; ni lo que quiero, hago; antes lo que aborrezco, aquello hago.
Y si la mujer repudiare á su marido y se casare con otro, comete adulterio.
Zarcillo de oro en la nariz del puerco, Es la mujer hermosa y apartada de razón.
Así que, viviendo el marido, se llamará adúltera si fuere de otro varón; mas si su marido muriere, es libre de la ley; de tal manera que no será adúltera si fuere de otro marido.
El que hace pecado, es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
¿Por qué he de temer en los días de adversidad, Cuando la iniquidad de mis insidiadores me cercare?