Es verdad que ningún castigo al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; mas después da fruto apacible de justicia á los que en él son ejercitados.
Instruye al niño en su carrera: Aun cuando fuere viejo no se apartará de ella.
Honra á tu padre y á tu madre, porque tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.
El hijo necio es enojo á su padre, Y amargura á la que lo engendró.
No erréis: las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.
Cuando alguno tuviere hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere á la voz de su padre ni á la voz de su madre, y habiéndolo castigado, no les obedeciere; Entonces tomarlo han su padre y su madre, y lo sacarán á los ancianos de su ciudad, y á la puerta del lugar suyo; Y dirán á los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece á nuestra voz; es glotón y borracho. Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán con piedras, y morirá: así quitarás el mal de en medio de ti; y todo Israel oirá, y temerá.
Y vosotros, padres, no provoquéis á ira á vuestros hijos; sino fhhijos; sino fh amonestación del Señor.
Y el que hiriere á su padre ó á su madre, morirá.
HIJOS, obedeced en el Señor á vuestros padres; porque esto es justo. Honra á tu padre y á tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, Para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.
La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la hará alejar de él.
Hijos, obedeced á vuestros padres en todo; porque esto agrada al Señor.
Castiga á tu hijo en tanto que hay esperanza; Mas no se excite tu alma para destruirlo.
La vara y la corrección dan sabiduría: Mas el muchacho consentido avergonzará á su madre.
Corrige á tu hijo, y te dará descanso, Y dará deleite á tu alma.
El que detiene el castigo, á su hijo aborrece: Mas el que lo ama, madruga á castigarlo.
Murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes á los padres,