Y MIRANDO, vió á los ricos que echaban sus ofrendas en el gazofilacio. Y vió también una viuda pobrecilla, que echaba allí dos blancas. Y dijo: De verdad os digo, que esta pobre viuda echó más que todos: Porque todos estos, de lo que les sobra echaron para las ofrendas de Dios; mas ésta de su pobreza echó todo el sustento que tenía.
No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompe, y donde ladronas minan y hurtan; Mas haceos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orín corrompe, y donde ladrones no minan ni hurtan: Porque donde estuviere vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón.