Grande es el Señor nuestro, y de mucha potencia; Y de su entendimiento no hay número.
Porque si nuestro corazón nos reprendiere, mayor es Dios que nuestro corazón, y conoce todas las cosas.
¿No has sabido, no has oído que el Dios del siglo es Jehová, el cual crió los términos de la tierra? No se trabaja, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.
Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que salieses de la matriz te santifiqué, te dí por profeta á las gentes.
¿Ocultaráse alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No hincho yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?
Al Músico principal: Salmo de David. OH Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme, Has entendido desde lejos mis pensamientos. Mi senda y mi acostarme has rodeado, Y estás impuesto en todos mis caminos. Pues aun no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. Detrás y delante me guarneciste, Y sobre mí pusiste tu mano. Más maravillosa es la ciencia que mi capacidad; Alta es, no puedo comprenderla.
El cuenta el número de las estrellas; A todas ellas llama por sus nombres. Grande es el Señor nuestro, y de mucha potencia; Y de su entendimiento no hay número.
Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! Cuán incomprensibles son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿ó quién fué su consejero? ¿O quién le dió á él primero, para que le sea pagado? Porque de él, y por él, y en él, son todas las cosas. A él sea gloria por siglos. Amén.
Y no hay cosa criada que no sea manifiesta en su presencia; antes todas las cosas están desnudas y abiertas á los ojos de aquel á quien tenemos que dar cuenta.
Y tú, Salomón, hijo mío, conoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto, y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende toda imaginación de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares
Pues aun vuestros cabellos están todos contados.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Las cosas primeras he aquí vinieron, y yo anuncio nuevas cosas: antes que salgan á luz, yo os las haré notorias.
Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál escoges de estos dos,
¿Quién enseñó al espíritu de Jehová, ó le aconsejo enseñándole? ¿A quién demandó consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, ó le enseñó ciencia, ó le mostró la senda de la prudencia?
Dícele la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Entristecióse Pedro de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y dícele: Señor, tú sabes todas las cosas; tú sabes que te amo. Dícele Jesús: Apacienta mis ovejas.