Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra: Mas con los humildes es la sabiduría.
Abominación es á Jehová todo altivo de corazón: Aunque esté mano sobre mano, no será reputado inocente.
La soberbia del hombre le abate; Pero al humilde de espíritu sustenta la honra.
Antes del quebrantamiento es la soberbia; Y antes de la caída la altivez de espíritu.
Porque el que estima de sí que es algo, no siendo nada, á sí mismo se engaña.
Alábete el extraño, y no tu boca; El ajeno, y no tus labios.
¿Has visto hombre sabio en su opinión? Más esperanza hay del necio que de él.
Mas él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste á los soberbios, y da gracia á los humildes.
Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas.
Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, mas es del mundo.
Unánimes entre vosotros: no altivos, mas acomodándoos á los humildes. No seáis sabios en vuestra opinión.