El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
La caridad es sufrida, es benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no hace sinrazón, no se ensancha; No es injuriosa, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal;
Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
LA blanda respuesta quita la ira: Mas la palabra áspera hace subir el furor.