Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia,
El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán.
Hijo mío, está atento á mis palabras; Inclina tu oído á mis razones. No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón. Porque son vida á los que las hallan, Y medicina á toda su carne.
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos: y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
La palabra de Cristo habite en vosotros en abundancia en toda sabiduría, enseñándoos y exhortándoos los unos á los otros con salmos é himnos y canciones espirituales, con gracia cantando en vuestros corazones al Señor.
HIJO mío, no te olvides de mi ley; Y tu corazón guarde mis mandamientos: Porque largura de días, y años de vida Y paz te aumentarán. Misericordia y verdad no te desamparen; Atalas á tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón: Y hallarás gracia y buena opinión En los ojos de Dios y de los hombres. Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no estribes en tu prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu opinión: Teme á Jehová, y apártate del mal; Porque será medicina á tu ombligo, Y tuétano á tus huesos. Honra á Jehová de tu sustancia, Y de las primicias de todos tus frutos; Y serán llenas tus trojes con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto....
Toda palabra de Dios es limpia: Es escudo á los que en él esperan. No añadas á sus palabras, porque no te reprenda, Y seas hallado mentiroso.
El que me desecha, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue: la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
Cuán dulces son á mi paladar tus palabras! Más que la miel á mi boca.
Sécase la hierba, cáese la flor: mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.
NUN. Lámpara es á mis pies tu palabra, Y lumbrera á mi camino.
El que tiene mis mandamientos, y los guarda, aquél es el que me ama; y el que me ama, será amado de mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré á él.
EN el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
EN el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios.
Y respondióle Simón Pedro: Señor, ¿á quién iremos? tú tienes palabras de vida eterna.
El espíritu es el que da vida; la carne nada aprovecha: las palabras que yo os he hablado, son espíritu y son vida.
Envió su palabra, y curólos, Y librólos de su ruina.
Pero cuando viniere aquel Espíritu de verdad, él os guiará á toda verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir.